sábado, 8 de diciembre de 2012

Magdalenas "de las de toda la vida"

Esta entrada se la dedico a Alba y a Simón. Alba es una amiga mía que es una gran cocinera-repostera y hace las muffin de arándanos más ricas que yo he probado nunca. Tanto es así, que todo el mundo le reclama una y otra vez que las hornee...y el otro día hablando del tema, se quejaba Simón de que, muy buenas las muffins, pero que a el lo que le gustaba era la típica magdalena detodalavida, la que se puede mojar en el cola-cao...Así que para ellos (para que una las cocine y el otro se las zampe), he recuperado esta receta, una vez más, VUELTA A LO CLÁSICO.

¿Sabíais que en repostería se emplea la receta de la magdalena desde mediados del siglo XVIII? Como no, fueron los franceses, los reyes de la repostería los que las inventaron. Las madeleines (que nombre tan precioso, por cierto), provienen de la región de Lorena y se piensa que fueron obra de una cocinera de nombre Madeleine (como no podía ser de otra manera) que estaba al servicio del rey de Polonia.

En un principio, estas tenían una preciosa forma de concha y no obstante, hoy en día esta forma se ha vuelto a poner de moda, por lo que hay moldes con ella que dan un resultado muy vistoso. Pero actualmente, las mas conocidas son las de la forma tradicional (¿comparable a que? ¿a champiñón? no sé, ¡a magdalena! jeje), las alargadas (también llamadas magdalenas valencianas) y las cuadradas.

Pero si por algo se han hecho populares las magdalenas es por su presencia en la novela de Marcel Proust, "En busca del tiempo perdido" ("Por el camino de Swann"), en la que el narrador "visualiza" su infancia tras oler y comer una magdalena mojada en té.

¿No os pasa a vosotros (en menor medida, claro) un poco que volveis a vuestra infancia con las magdalenas? A mi mucho, me transportan a mi infancia irremediablemente: las magdalenas industriales (del tipo bella easo, para que me entendais) me recuerdan a mi madre, que las desayunó durante muchos años; las caseras, grandes y con su azúcar, a mi padre, que aún hoy en día las desayuna y que me descubrió que se podían congelar sin problemas; y por último las valencianas a mi abuelo paterno, que aunque ya no está, desayunó este tipo de magdalenas toda la vida.

Y vamos con la receta, que a base de recuerdos, no llegamos a ninguna parte.



INGREDIENTES:
-2 huevos (yo suelo usar L).
-175gr de azúcar.
-60ml de leche.
-190ml de aceite de girasol.
-210gr de harina.
-5gr de levadura en polvo.
-1/2 cucharadita de postre de sal.
-1 cucharadita de postre de esencia de vainilla.
-Cápsulas de papel para magdalena.

Batiremos los huevos con el azucar hasta que tengamos una masa esponjosa. Lo podemos hacer con las varillas electricas o manualmente.

Luego, poco a poco vamos añadiendo la leche, el aceite y la vainilla todo sin dejar de batir hasta que se integre.

Incorporamos la harina, la levadura y la sal, todo tamizado y batimos enérgicamente hasta obtener una masa homogénea.

Verter la masa en una bolsa de plástico o en una manga pastelera y meter en el frigo. Tenerla reposando durante el mayor tiempo posible, mejor si es de un día para otro.

Al díá siguiente (o cuando podáis), precalentar el horno a 200º y mientras llenar las cápsulas. MUY IMPORTANTE. Si las ponéis tal cual, os saldrán deformadas. Igual de ricas pero más feillas, así que mi consejo, que metáis las cápsulas en un molde rígido para magdalenas, flanes, etc.

Llenamos las cápsulas entre la mitad y 3/4 de la capacidad. Yo no lo puse en esta ocasión, pero si queréis que tengan el típico azuquillar por encima de las magdalenas clásicas es ahora cuando lo añadireis. Y como recomendación, experimentad poniendole, en vez del azúcar blanquilla, azúcar moreno o azúcar avainillado. ¡Delicioso!

Cuando el horno esté caliente, lo bajamos a 180º y metemos las magdalenas 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, lo dejamos enfriar en el molde y cuando ya no quemen las sacamos a que terminen de enfriar, si puede ser sobre una rejilla.

Ya me direis, ¿a que saben como las de siempre? ¿es esta vuestra receta habitual de magdalenas "de toda la vida"? ¿No? comparte tus ideas con todos los seguidores de Mi Laboratorio y recordad, que mi blog se nutre de vuestras aportaciones.

Un saludo desde Mi laboratorio.


5 comentarios:

  1. Hola, ¿ y porqué aceite de girasol? Creo q estarán más buenas con aceite de oliva virgen extra. Es q he visto q en tus recetas empleas aceite de girasol, prueba con AOVE es más fuerte pero más sabor y por supuesto más rico. Y por cierto me encanta tu blog y tus recetas, te llevo siguiendo casi desde el principio, pero nuna te he logrado escrbir. Animo y enhorabuena por el blog.

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  2. Pd; yo tb tengo esos recuerdos....preciosos :-)

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  3. Hola Mamá para siempre! Bienvenida a Mi Laboratorio y muchas gracias por seguirme en este proyecto.
    En respuesta a tu pregunta decirte que en mi opinión el aceite de girasol es más recomendable para la realización de casi todo tipo de repostería. Todos sabemos el estupendo sabor que el AOVE tiene y también todas sus propiedades, pero bajo mi punto de vista este aporta a nuestras recetas reposteras demasiado sabor o mejor dicho, sabor a secas.
    Y por eso se suele emplear aceite de girasol o bien aceite de oliva pero del suave, pues este nos aporta la textura y el aglutinante que necesitamos sin aportarle un sabor extra.
    No obstante, tengo algunas recetas de repostería específicas cuyo ingrediente es el AOVE, unas magdalenas y algunas otras cosillas. Te interesaría que publicara alguna de ellas?
    Un gran saludo grande desde mi laboratorio!

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  4. Hola, vale tomo nota y probaré de las dos maneras y te daré mi sicera opinión, y con respecto a las recetas con AOVE, estaría encantada cuando puedas q las vayas haciendo. Gracias, seguiré en tu laboratorio, x cierto la de Guinness es espectacular. Saludos!

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  5. En cuanto pueda te cuelgo algunas de esas recetillas, y como siempre, aprecio muchísimo vuestra opinión, así las espero encantada.
    Muchas gracias de nuevo y hasta muy pronto!

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