viernes, 8 de febrero de 2013

Galletas decoradas. Segunda parte. La Glasa (Glasa Real).

Como ya os comenté en esta entrada, creí conveniente dividir las galletas decoradas en varias entradas.


En este caso, me voy a centrar en uno de los métodos decorativos más conocido para las galletas. Es la llamada Glasa Real. La Glasa Real o Royal Icing no es otra cosa que la mezcla en las exactas proporciones de azúcar glass industrial y clara de huevo, normalmente acompañada por algún ácido como el zumo de limón o lima. Estos son los ingredientes básicos, pero en búsqueda de un mayor brillo en el acabado, en algunas recetas hay algunas variaciones en los ingredientes. Hay recetas donde a lo mencionado le añaden cremor tártaro, otras le añaden maicena...Yo de momento empleo esta receta porque me da buen resultado, pero me gustaría probar el resto de recetas y como no...¡explicároslas!

El resultado de esto es una cobertura para las galletas con la que gracias a la mañana podremos conseguir galletas con diversos decorados. Solo hace falta usar la imaginación, seguir la receta que viene a continuación y ¡manos a la obra!

Glasa para emplear en diversas galletas, como por ejemplo estas o estas.

INGREDIENTES:
-250gr. de azúcar glass tamizado (ojo: no sirve el que hacemos en casa, tiene que ser industrial)
-1 clara de huevo.
-2 cucharadas de sopa de zumo de limón.
-Colorantes (en este caso azul y amarillo en diferentes tonalidades).

Con las barillas eléctricas (o a mano, si os veis capaces), montamos la clara hasta que esté a punto de nieve.

Entonces comenzamos a agregar, un poco de azúcar glass, un poco de zumo, un poco de azúcar, un poco de zumo...y así vamos removiendo hasta que quede una textura como la del yogurt batido. Si vemos que queda un poco demasiado espesa, la vamos aclarando un poco con agua, gota a gota (una gota y removemos, una gota y removemos, y así). Es muy importante hacerlo de esta manera para que no se nos agüe. 


Ahora lo dejaremos reposar una media hora, para que se le vayan las burbujitas de aire. Si veis que no tenéis tiempo, esperad diez minutillos y veréis que suben las burbujas. Pincharlas en la medida de lo posible. Con esto conseguiremos que las burbujas no estropeen nuestra decoración.

Pasado este tiempo, pasaremos a colorear la glasa. En mi caso necesitaba azul, amarillo y blanco. Así que dividí la glasa en tres partes y procedí a colorearlo con los colores escogidos.


Preparamos las galletas. Mejor ponerse bien cómodo y con todo a mano, por que es una tarea larga y laboriosa, pero muy gratificante.

En mi caso, decoro las galletas con boquillas muy finas y palillos. Pero la mayoría de la gente las decora con biberones (esos recipientes de plástico que se suelen emplear en los bares para las salsas). A vuestra elección, yo me manejo mejor con la boquilla.

Como consejo os diré que es mejor planear las decoraciones primero. Y en la medida de lo posible, hacer primero un reborde exterior, para que así os resulte más sencillo. Pero como en todo, lo mejor es la practica. Veréis que conforme vayáis practicando, cogeréis confianza y os resultara más sencillo y os irá saliendo mejor.


Yo os recomiendo que probeis a hacerlas. Es una labor muy entretenida y muy gratificante, pues a todo el mundo le encantan y son perfectas para un regalo o un detalle.



Si os sobra glasa podéis guardarla. Si la clara que usasteis es de huevo normal, un par de dias podréis guardarla...si habéis empleado clara pasteurizada, hasta dos semanas.

Y hasta aquí mi receta de hoy. Pronto veréis la tercera parte de las galletas decoradas...la semana que viene, por san valentín, os mostraré otra bonita (y deliciosa) manera de decorar vuestras galletas.





Un gran saludo desde mi laboratorio.

1 comentario:

  1. Fantásticas , muy bien explicadas y muy apetitosas...espero que tus explicaciones me hagan atreverme de una vez por todas...saludos !!!

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